Estoy segura que si amas a tu mamá te encantará esta linda reflexión... Querrás compartirla y decirle también a ella: GRACIAS MAMÁ!... |
Mamá, el otro día observando mi ombligo, me detuve a pensar qué pequeño y curioso testimonio de una conexión tan importante, que me recuerda cómo comenzó mi vida, cómo comencé a ser yo.
Hoy es difícil imaginar que alguna vez fuera tan pequeño, que dependía completamente de alguien, y ese alguien eras tú, mamá.
Tú me mostraste mi primera mariposa y mi primer arco iris, estabas a mi lado cuando ensayé mis primeros pasos, fuiste la primera persona que me hizo reír, y escuchaste que la primera palabra que dije fue: papá. Perdóname mamá.
Me encanta que la gente diga que me parezco a ti, porque es verdad tenemos los mismos ojos, las mismas orejas y la misma nariz, y si los miras de cerca verás que hasta los dedos de nuestros pies son parecidos.
Siempre seré una parte de ti, porque tú me creaste. Has esculpido mi rostro con un millón de gestos cariñosos. Me has enseñado todas las cosas importantes de nuestro mundo y mi lugar en él. Todo lo aprendí de ti, mientras te escuchaba y te observaba.
Has compartido conmigo todos los valores que te hacen tan especial: bondad, perdón, honestidad, perseverancia, consideración y paciencia.
También me enseñaste, que incluso el día más terrible parece mejor con un vaso de leche y galletas; lo que trato de decirte mamá, es que eres la base sobre lo que se ha formado mi personalidad y sólo me queda una palabra: GRACIAS! .
Colaboración de Roberto Lascurain
Querida mamá
ResponderEliminarMamá, el otro día observando mi ombligo, me detuve a pensar qué pequeño y curioso testimonio de una conexión tan importante, que me recuerda cómo comenzó mi vida, cómo comencé a ser yo.
Hoy es difícil imaginar que alguna vez fuera tan pequeño, que dependía completamente de alguien, y ese alguien eras tú, mamá.